El día 10 de octubre mis compañeros y yo acudimos a ver las primeras exposiciones encargadas para clase. La primera a la que acudimos fue la exposición de los 12 Fotógrafos:
Por desgracia cuando llegamos al Prado, en esta exposición no se podían hacer fotos del contenido en el interior, pero cuenta con 24 fotografías en total de 12 fotógrafos diferentes, los cuales, cada uno de ellos es más diferente al anterior, cada uno con su talento y con su forma de expresarse. Lo más importante de estas, eran que trataban diferentes puntos de vista y muchísimas reflexiones, mis favoritas fueron las fotografías de Isabel Muñoz por tanto sentimiento que pone en su composición, y la de Pierre Gonnord, por esa reflexión sobre lo que hay detrás de una fotografía, y como olvidar al simpático cuervo que lamentablemente estaba disecado.

ISABEL MUÑOZ
La segunda exposición a la que asistimos estaba situada en la calle del doctor furket:
Era uno de los conocidos escaparates en los que habie una composición con un maniquí boca abajo agarrado a un poste, y mucha basura en el suelo colocada de manera que parecía que salió de la cabeza de la figura. En el propio escaparate hay una hoja que cuenta una historia, una reflexión muy íntima, la cual merece muchisimo la pena ir a ver y obaservar la composición como un todo, una historia.
La tercera exposición fue en la misma calle, era la exposición de fotografías de Helga de Alvear, y en primera instancia indicar que al entrar no me dió mucha seguridad, ya había un pasillo muy largo y al fondo una fotografía un poco perturbadora tal vez, adjunto foto:
Es una exposición que se hace un tanto corta pero que cuenta con fotografías que se basan en transiciones de momentos, con temáticas oscuras y sorprendentes. Mi transición favorita fue una en la que aparecía una ventana que parecía estar hecha de tela, en la que se podía ver a través de ella, y justo detrás, la figura de una mujer. A medida que van avanzando las fotos, se va pegando la figura de esa mujer a la ventana, hasta que consigue romper la tela y salir de ella. Tal vez no sea una exposición para el gusto de todos, pero a mi parecer son fotografías con mucho sentimiento y esfuerzo detrás.
Y por último, la exposición final a la que asistimos este día, fue la Historia del lápiz, una exposición muy corta pero que se hace muy amena y te enseña todas las posibilidades con las que utilizar el desecho de sacar punta del lápiz para crear unas obras muy bonitas, con las que representar toda una historia, un trayecto, el cual ha ido completando con diferentes trozos de lápices.
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